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The body is bound to retain energetic flotsam collected over time, carrying fragmented faces, objects, and landscapes that may surface briefly at unplanned junctures before descending back into the crevices of recollection. It is here that resides a hum of subconscious desires, fears, and latent intentions, the spiritual residue vibrating within us with wordless dialogue conjured up in glimpses.
In these new works by Larissa de Jesús Negrón, such fleeting mirages of the sublime are given nebulous form within an unspecified present, imposing a space of erstwhile surreality onto the mundane. Realism is set aside in favor of the uncanny subconscious leaking through, often depicted by condensation, floating droplets, and a blend of the organic and artificial within environments that appear very recently vacated or entered.
The work asks what it means to build a home away from home through narratives of nostalgia and the joy of a dramatic self, allowing the introspection and discovery in the home to dance with stirring nostalgic abandon of childhood. Many of the compositions arise from photos taken at the house and Negrón deploys the lushness of nature and its healing qualities contrasted with these scenes; the work revels in the sensual earthly glistening of memory seeping into otherwise common settings.
“Vida” depicts some of the fruits associated with her time in Puerto Rico and Island life, particularly Quenepas, resting atop a lush indigo water, framed by her current reality of a New York street scene. At all times, one world is feeding and bleeding into the other.
“Drowning in Expectations” and “Perfect” open perilous portals of femininity through the intimate medley of texture and detail, akin to works by Leonor Fini or Leonora Carrington; “Sad Phase” distills these coexisting realities and thresholds materializing and encroaching on the overwhelmed body. “Invierno in Forest Hills” shows a woman with a stricken expression facing a cabinet of grooming products, a nod to that flair for the dramatic self.
“Rutinas Románticas” evokes a contemporary vision of fantastical interior landscapes associated with Dorothea Tanning, while “Caguas en Queens” and “Topic of Religion” remove the imminent anxiety of the body and display a graphic domesticity, recalling the focus of Luchita Hurtado. The vision of a threshold always remains one of mystical incorporeality looming, and such a vision as seen in the water of “Topic of Religion” brings up delicately desolate worlds of Gertrude Abercrombie, as well as those of Salvador Dalí and Louise Bourgeois, fellow purveyors of thresholds who the artist has long drawn inspiration from and sees her work in conversation with. This blending of perceptive modes and settings demonstrates a fervent dose of magical realism within a domestic context, displaying a conspicuously latent and unruly world encroaching within a more controlled, unassuming interiority. Within the intertwined intimacy and expansiveness of this encounter, a certain ominous yet playful tension arises and within the tension, a portal to an engrossing limbo is opened and generously shared.
—Ximena Prieto
Spanish Translation
El cuerpo no tiene más remedio que conservar la energía acumulada como aluvión a lo largo del tiempo. Así arrastra fragmentos de rostros, objetos y paisajes que de repente se asoman a la superficie en momentos inesperados, antes de recaer en las grietas de la memoria. Es ahí, enterrados en el subconsciente, que habitan los susurros de deseos, miedos, y posibles intenciones; ese residuo espiritual vibra en nuestras entrañas, en diálogo sin palabras que alcanzamos a invocar por momentos. En estas nuevas obras de Larissa de Jesús Negrón, esos breves espejismos de lo sublime, fugaces y apenas perceptibles, adquieren una forma nebulosa que nace de un presente indefinido, imponiendo a lo banal esa cualidad surrealista del pasado. Se distancia del Realismo para acercarse al subconsciente misterioso que aparece, gota a gota, frecuentemente representado como condensación, como partículas flotantes, y como una mezcla de lo orgánico con lo artificial en los ambientes que apenas se han abandonado o entrado.
La obra explora la experiencia de formar un hogar nuevo lejos del hogar conocido, a través de narrativas de nostalgia y alegría del ser dramático, permitiéndonos la introspección y el descubrimiento de la danza en el hogar nuevo, con la conmovedora nostalgia de la libertad y desenfreno de la infancia.
Muchas de las composiciones surgen de fotos tomadas por la artista en su departamento, y Negrón despliega la exuberancia de la naturaleza con sus propiedades sanadoras en contraste con estos escenarios; el trabajo se deleita con el sensual brillo terrenal de la memoria que se filtra en escenarios que de otro modo serían comunes.
“Vida” describe algunas de las frutas de su tiempo en Puerto Rico y de la vida isleña, en particula las quenepas, desplegadas sobre el agua vibrante de color índigo, y contenidas dentro de las fronteras de su realidad actual - una calle en Nueva York. En todo momento esas imágenes, reales y recordadas, se mezclan e intercambian unas con otras, un mundo se alimenta a la vez que se diluye en el otro.
“Drowning in Expectations” y “Perfect” abren portales arriesgados de feminidad a través de una mezcla íntima de textura y detalle, a través de una combinación íntima de textura y detalle, como en el caso de las obras de Leonor Fini o de Leonora Carrington; “Sad Phase” destila las realidades coexistentes así como las fronteras que se erigen y se invaden mutuamente dentro del cuerpo sobrecogido. “Invierno in Forest Hills” muestra la expresión afligida de una mujer mirando productos de cuerpo, como un saludo discreto al ser dramático.
“Rutinas Románticas” evoca una visión contemporánea de paisajes interiores fantásticos, asociados con Dorothea Tanning, mientras “Caguas en Queens” y “Topic of Religion” eliminan la ansiedad inminente del cuerpo, dejando en su lugar una domesticidad gráfica que recuerda el enfoque de Luchita Hurtado.
La visión del umbral siempre sigue siendo la de un fantasma místico que se aproxima, y esta visión representada en el agua de “Topic of Religion” remite los mundos delicadamente desolados de Gertrude Abercrombie, al igual que los de Salvador Dalí y Louise Bourgeois, provedores de umbrales cuya inspiración es como una conversación sostenida entre ellos y Negrón.
De quienes la artista se ha inspirado y con quien sus obras están en conversación. Esta mezcla de modos y escenarios perceptivos demuestra una ferviente dosis de realismo mágico dentro de un contexto doméstico, mostrando un mundo conscientemente latente y selvático invadiendo una interioridad más controlada y regulada. Dentro de la intimidad y expansividad entrelazadas en este encuentro, aparece, ominosa pero juguetona, una tensión, y dentro de esa tensión, se abre un portal a un limbo fascinante y generosamente compartido.